Día 9: Alba redimida
A pesar del sueño, prisas y de gruñidos domésticos, llegamos a tiempo a la iglesia baptista de Shiloh en Harlem. Intentamos ir primero a una iglesia muy conocida por sus espirituales los domingos pero había una cola de turistas que rodeaba la manzana y veíamos que con nuestros mejores caras de que nos hemos criado aquí, que no pegábamos nada al escenario y nos piramos.
Entonces qué? Supongo que Díos todavía quería que pasaramos por su casa porque me acordaba de otra iglesia por la misma calle con los miembros de la iglesia que seguían llegando (hay muchas iglesias en este barrio, son como los bares en España, hay uno en cada esquina). Nos metimos sin saber que esperar. La misa resultó ser muy especial y muy conmovedora con la gente gritando, temblando, cantando en armonía con unas voces que llenaba el auditorio. Decía Alba que el pastor parecía a groucho marx con las sejas y bigote que llevaba. Era un showman total con un sentido de humor y mucha habilidad para acercarse a la gente.
Pillé un cachito de vídeo (esperaba un rayo por grabarlo y sí la directora de la iglesia me echó la broncha) porque quería que las hermanas Bartolomé pudieran compartir la experiencia con nosotros. Está una señora que canta precioso que luego soltó un sólo de himno que casi nos quitó el escepticismo (no se ve en el vídeo).
Ahora está Alba despidiéndose de los rascacielos que mañana se acaba la visita de la primita en la gran manzana.
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