Ostras!

En realidad no queriamos ostras...queríamos disfrutar de la nueva instalación del mercado San Miguel. Lleva años bajo renovación que en España nos hemos fijado que pone la fecha del inicio pero nunca pone el plazo. En fin, este resultado ha merecido la espera. En cuanto a los comerciantes, hay de todo y de alta gama. Frutas, verduras, mariscos, quesos, jamón jamón se venden en un formato de plaza que mantiene el estilo antiguo y clásico pero a la vez moderno. Tiene mucha vida que el sábado a mediodía están las multitudes tomándose un vinito, gambas a la plancha, dándose codacitos para pillar un sitio en el patio.

Volviendo a las ostras, fue Jacobo que las quería probar ok? A mí no me gustan especialmente desde que me puse mala en Burdeos tomándome ostras de tal manera. No sé porque pero pedimos media docena de la que conseguimos tragar 4. Nos negamos a comernos más porque le dije que estaban vivas y la idea de comerme dos más a la una de la mañana me dio un asco. Decidimos a tomarnos un dulce para quitarnos el sabor del paladar.

No fuimos corriendo a una pastelería italiana donde Jacobo se aclaró la boca con un helado y yo un sfogliatelle que en breve nos olvidamos de los bichos del mar. Andando por la Plaza del Oriente vimos un homenaje a Magritte que me hizo mucha gracia. Juraría que me saludó con la mano. Quizá un efecto secundario de los moluscos